El banco verde de la Esperanza es una llamada a no rendirse nunca.
Representa la confianza en el futuro, la fe en las personas y la capacidad que tiene un pueblo para seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles.
La esperanza no es esperar sin hacer nada; es creer, actuar y avanzar juntos.
Este banco quiere transmitir optimismo, invitarnos a mirar el horizonte con ilusión, a soñar con proyectos nuevos y a seguir construyendo comunidad.
Está dedicado, además, a la Asociación Esperanza de Benamaurel, como reconocimiento a su gran labor en favor de las personas con discapacidad.
Su esfuerzo, compromiso y ejemplo diario son una inspiración constante para todo el pueblo.
Este banco simboliza también la inclusión, la empatía y el respeto, recordándonos que una sociedad verdaderamente esperanzada es aquella que abraza a todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
Es un espacio para detenerse y respirar, para recordar que siempre hay motivos para seguir caminando, que tras cada invierno llega la primavera, y que Benamaurel es un pueblo que se levanta, se une y avanza con esperanza.


