Muy popular en los años 70-80 es un juego de exterior recomendado a mayores de 5 años.
Se hacen dos bandos con el mismo número de participantes, uno, llamado «madre» que, de espaldas a la pared o sentado en un banco sujeta la cabeza del primero del grupo de agachados (en su defecto, puede agarrarse a una ventana de barrotes).
Se sortea (pares o nones, cara o cruz…) qué grupo se agacha, cada uno con la cabeza entre las piernas del del de adelante y agarradas sus manos a las piernas de éste.
Del otro grupo saltan de forma sucesiva sobre los agachados a la voz de » churro-pico-terna el 1″, «churro-pico-terna el 2…» hasta quedarse todos encima sin moverse ni tocar con lo pies el suelo (perderían). El primero del salto pregunta ¿Churro? marcando con el dedo gordo de la mano, ¿Pico? con el índice o ¿Terna? con los desdos gordo, índice y corazón. Si el primero agachado acierta, cambian y, si no, vueven a saltar los mismos.
Existe lo polémica de potenciales problemas de salud de este juego en la columna de lis participantes.