JUEGO DE MUÑECAS

En mi infancia no había casi muñecas y mucho menos como las de ahora que saben hablar y hasta llorar, como mucho, si tenías la suerte de poder comer chocolate Lloret suficiente para rellenar el album de Rommer, tenías, como premio, una muñeca gigante que era capaz de andar mientras giraba el cuello.

Salvo eso y alguna privilegiada que tenía una muñeca de cartón (cuidado de no lavarla con agua) o de tela (la mayoría de fabricación casera) bastaba con una piedra o un palo, envolverlos en un trapo y hacer una muñeca que no hacía nada pero a la que podíamos hablar, cantar una nana y hasta regañar si no comía.

Con esta publicación doy por terminada la serie de JUEGOS DE MI INFANCIA. Hay muchos más (el yo-yo, juegos de manos, juegos con gomas, ladrón y ministro, carreras de cintas, juego de las casicas…). A pesar del escaso interés y participación, he disfrutado enseñando mis recuerdos y ojalá que el esfuerzo de dejarlo publicado en la página de la web del ayuntamiento nos pueda servir para combatir el aburrimiento de nuestros nietos en lugar de dejarle nuestro móvil para que no nos molesten. Saludos.

A COSCOLETAS

También llamado «a caballito»

No era un medio de transporte sí un juego de preguntas de un tema pactado y cuyo  acierto te «te montaba a caballo.

EL COLUMPIO

A falta de parques infantiles, que brillaban por su ausencia » el ingenio de nuestros mayores se agudizaba para entretenernos.

Recuerdo especial a los dias de «las matanzas» donde  una cuerda larga, una espuerta y un árbol bastaban para calmarnos los nervios con «empujones»

JUEGO DE LA PELOTA

Más tarde empezamos a llamarle Fútbol como ahora y no me atrevo a llamarlo «juego del balón» porque muy pocas veces podiamos disponer de uno y, cuando lo había, su propietario se lo llevaba y nos quedábamos a medio si no ganaba. Teníamos que echar mano a la imaginación y fabricar algo parecido con trapos viejos dando forma redondeada para que rodara.

El número de jugadores mínimo era de cuatro y dificilmente encontrábamos más en el barrio.

En el pueblo no había campo de fútbol y jugábamos en alguna placeta del barrio (en mi caso en la puerta del Pedro Antonio «el saco» (padre de Miguel Angel Galera) y detrás de mi ya desaparecida casa como aparece en el boceto, y si nos funtabamos más en la «era del tío Pepe» debajo de los depósitos del agua.

Improvisabamos las porterias con dos piedras cada una y… ¡¡ A JUGAR !!

LA CUCAÑA (juego infantil)

También llamado juego del palo ensebado.

Fundamentalmente para niños mayores y practicado, sobretodo, en ferias y fiestas muy concurridas.

Hay que escalar o trepar por un palo vertical alisado y embadurnado con alguna sustancia resbaladiza (grasa, jabón…) con la la ayuda de brazos y piernas hasta llegar a la punta del palo donde se ha amarrado un pollo o gallo que será el premio para el primero en alcanzarlo.

Tienen ventaja los últimos en intentarlo por el desgaste de la sustancia resbaladiza.

EL PUCHERO O JUEGO DE ROMPER PUCHEROS

Muy popular en los años 60 y actualmente sustituido por las piñatas de cumpleaños.

Más propio de niños mayores y adolescentes.

Se necesita una cuerda o soga amarrada a las paredes de una calle o a dos palos colocados en una plaza, y varios pucheros de barro que se cuelgan en la soga llenos de mareriales varios (agua, harina, caramelos y golosinas…)

A los concursantes, con un garrote en las manos, se les tapan los ojos con un trapo o pañuelo, se les hace girar sobre sí mismos varias veces para desorientarlos y se dejan que intenten romper pucheros con el consiguiente premio  (bueno o malo).

 

EL ABEJORRO (Juego infantil)

Juego infantil, sobretodo de adolescentes, muy practicado en los años 60 y 70, y muy útil para calentamiento en tardes/noches de invierno (mis recuerdos al internado del colegio del Ave María en cuesta del Chapiz en Granada testigo de muchos momentos del juego que narramos).

Se precisan más de dos jugadores. por sorteo, uno, que hace de abejorro, mirando a la pared, con una mano tapa su cara y,  la otra, asoma la palma pr debajo de la axila. Otro de los participantes golpea la mano y, todos, imitan el sonido del abejorro esperando que se acierte quien ha golpeado. Si no se acierta sigue el mismo abejorro y, en caso contrario, se cambia por el que golpea.

LA SOGA (Juego infantil)

También llamado JUEGO DE LA CUERDA , practicado desde la antigüedad (civilizaciones egipcias, griegas, china…) y que fue deporte olimpico los primeros años del siglo XX.

Uno contra uno o dos equipos con el mismo número de participantes, cada equipo situado en un extremo de la soga, larga, sin nudos y una señal o bandera que marque su centro, y un arbitro que, al grito de «ya» o con silbato da la orden de comienzo. En un terreno seco o nivelado los participantes tiran con todas sus fuerzas de su extremo de la soga para intentar desplazar al equipo contrario. Continuar leyendo «LA SOGA (Juego infantil)»

CARRERA DE SACOS (Juego infantil)

Juego infantil universalmente conocido, recomendado a partir de los siete años, de exterior sobretodo en parques, playas, jardines…y practicado con motivo de fiestas de pueblo o barrio, cumpleaños, picnics, barbacoas…

Se necesitan dos o más participantes (cuanto más participantes más divertido) y que precisa velocidad, esfuerzo, resistencia y equilibrio.

Cada participante utiliza un saco o bolsa donde introduce las piernas y sujeto con una mano para evitar que caiga por debajo de las rodillas.

Se da la orden de salida y gana el primero en llegar a la meta. Continuar leyendo «CARRERA DE SACOS (Juego infantil)»