TABERNA Y CASINO 

 

Hagamos memoria histórica por las calles de nuestro pueblo de los bares en Benamaurel
Me comentan que había diferencia entre, taberna y casino y es que en las tabernas sólo se bebía, mientras que en los casinos aparte de bebida había tapas y juegos.
Empecemos el recorrido por la calle Fuerte que detrás de la iglesia estaba la taberna del “tío tinajas” y ya desde aquí nos dirigimos a la Plaza de los Caídos que aunque ya no hay plaza conserva ese nombre porque en un tiempo atrás estuvo ahí instalada la Cruz de los Caídos
En esta calle hubo un bar donde actualmente está ubicada la casa de Millán, siendo con anterioridad casa de Ignacio y Antonia. Este casino era de Antonio y Julia y más tarde lo regentó Paco “el del Casino” que era el padre de Eduardo y Manolo
También en esta calle en el espacio que ocupa en la actualidad la escuela de adultos, junto a la vivienda de Antonio Corral que no está habitada; en los veranos, Juan Manuel Burgos y Sara organizaban bailes los domingos
Seguimos el recorrido por la calle Calvo Sotelo
En la casa en la que hoy vive Bernardo Limonchi , cuyo propietario en aquel entonces era Juan Arredondo, en la parte alta de la vivienda estuvo el bar de Berzote que por las noches, sobre todo en Navidades, los amigos/as con un” Pik up” (tocadiscos) organizaban guateques. En ese lugar, no se recuerda si antes o después de Berzote, también estuvo la Asociación de Cazadores «El Águila» de Benamaurel. Ese bar lo regentó Juan “Seta” era de libre entrada pero a los Socios se les cobraba un poco menos en el café, y bebidas. Las tapas no estaban sometidas a precios prefijados. En este bar había una pequeña habitación donde había un águila disecada, trofeos y detalles de cazadores. En otra habitación no muy grande era en la que se hacían bailes los domingos y festivos.
Más adelante tenemos el viejo cine en el que también se organizaban bailes y que en algún periodo fue regentado por Eduardo y Manolo
Pasado el cine y en la parte de en frente también hubo una taberna llamado la Cueva que perteneció a Juan Seta (padre).

Seguimos bajando la calle hasta llegar al cruce del control donde varios bloques de pisos son los que ocupan el espacio de lo que fue el bar del Tío“Cañadas” que luego pasó a su hijo Paco “Cañadas”. Años más tarde lo tuvo el suegro de Ángel Arredondo y por último pasó a ser propiedad de Rufino y se le conoció como “La Venta de Cuatro Caminos”. Esta venta no sólo fue un lugar donde poder dormir y comer bien, si no que también disponía de un gran salón donde celebrar banquetes de bodas y grandes bailes.

Subiendo hacia la cañada, en lo que hoy es Calderón de la Barca y en frente del Cararosa, también estuvo el bar de José “El Saltarín.
Más arriba en la calle Bendo por detrás del actual Bar Benidorm estaba la taberna-tienda de Isabel “La Risicas” y su marido José Maria “el de Valentín”, en la que se bebía sin tapa, el vino.

Ya en la Cañada y un poco más abajo de donde vive César Camacho, en una cueva, estaba la taberna de Juanico “el de la Cheri”, llamada “el Rinconcillo” Allí. sólo bebían vino sin tapa y siempre cantando flamenco. Cuando funcionaba el vino cantaban casi todos pero sobre todo ” El Canijo” y José María “El Cestos”. Los que cantaban solían no pagar, se les consideraba invitados.
Encima del SPAR de Ángel y Antonia había dos bares. Entrando a la derecha la taberna del tío Ramón “El del Vino” que luego pasó a su hijo Ramón. Más tarde esa taberna pasó a ser casino y el primero que lo regentó fue Paco, el padre de Eduardo y Manolo, al que se le conocía por Paco “el del Casino”. Tras su fallecimiento…. Eduardo y Manolo trasladaron el negocio a los bajos de la casa de Agustín el Albañil y de ahí al antiguo cine, donde estuvieron hasta que construyeron el actual casino al que sobre 1977/1978 anexaron una discoteca a la que le pusieron de nombre octágono.
Tras la marcha de Eduardo y Manolo a los bajos de la casa de Agustín el Albañil lo cogieron Juan Seta y Rosa. Seguidamente pasó a Berzote…y finalmente a Juan “El Bartolo” y Ana María , donde también su mujer, impartía clases de bordado en una de las habitaciones..
Por el otro lado de los jardines estaba el bar de Dominguillo que en verano sacaba sus mesas en una parte de los jardines

Terminado el recorrido de bares sin haber incluido los existentes en la actualidad pero que todos damos buena cuenta de su excelente cocina. decir que en cada anejo había una tienda que vendían de todo. Entonces no había coches y la gente no iba al pueblo apenas. Esa tienda hacia de taberna. Se hacían bailes en los anejos. Eso surgía de forma espontánea. No era preparado ni había sitio concreto. Si era domingo la gente joven salía a pasearse a la carretera. Si asomaba alguien con un laúd a lo mejor en la era se ponía a tocar si alguien le acompañaba con.la guitarra y de pronto acudían como moscas y se ponían a bailar.
Los bares eran frecuentados solo por hombres, no estaba bien visto el que una mujer entrara en ellos, y si tenían que llamar al marido por alguna urgencia, enviaban a los hijos. En el año 63 comenzaron a entrar la primeras mujeres a estos antros donde solo era lugar para hombres, y algunos las miraban de reojo, no dándoles la aprobación del todo.

 

Mª Luz Gómez.

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EL COLUMBARIO

 

Esta visita se inicia desde Benamaurel por un recorrido de dificultad baja, de unos tres km. Se puede ir en coche o andando, dependiendo del gusto del visitante. Siguiendo el recorrido natural de esta rambla. Nos adentramos en la singular belleza que la caracteriza. Sentir como la blanda sal del suelo chirría bajo la suela de nuestras botas.En en días muy soleados, podemos ver como los rayos de sol se reflejan en la sal o salitre, llegando casi a encandilarnos .A mano izquierda se encuentra el río Guardal ,y a nuestra derecha cerros vestidos de espartos y pinos. Iremos pisando o moviendo arbustos ,tomillos que desprenderán un olor inigualable, haciendo que nuestro descubrir sea maravilloso, dentro de un paisaje tan austero y salvaje, que da cobijo a piaras de jabalíes. Es un paraje único y con una flora endémica
Comenzamos subiendo la pendiente que nos lleva al columbario.
Una vez en la cima del cerro tenemos un contraste realmente bello para nuestros ojos. A un lado, la seca y blanca cañada del Salar y al otro, la bella vega, adornada con tonalidades color miel, verde y pastel. En las Hafas se encuentran los más primitivos asentamientos desde la época prehistórica en los acantilados de la Rambla del Salar. (Se han encontrado hachas, cerámica de superficie de barro blanco con franjas amarillas y ocres, monedas ibéricas, cerámica del periodo visigodo, bizantino, etc…)
En el término del interesante campo de silos se encuentra el columbario romano, del periodo tardo romano/umbral. Es un habitáculo cuadrado con 317 oquedades u hornacinas en donde se depositaban las vasijas con las cenizas del difunto. Su acceso es difícil por la parte abierta en las Hafas que dan sobre el río Guardal, lugar en el que hay multitud de cuevas acantiladas de hasta tres pisos que se comunican entre sí
El acceso es difícil por un pequeño hueco y dejándose caer por una cuerda

 

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