LOS QUINTOS 

 

El ejército, considerado como una milicia de carácter nacional, aparece durante el reinado de los Reyes Católicos. Hasta el siglo XVIII sus integrantes lo forman voluntarios, leva forzosa (vagos y maleantes no productivos a los que obligan a alistarse) y, tras la llegada de los Borbones, sorteo de quintos cuando no se alcanzaba el cupo necesario. Había muchos exentos de hacerlo como eclesiásticos, nobles, hidalgos o habitantes de la Corona de Aragón, Navarra o País Vasco.
Las cortes de Cádiz son las primeras en legislar un servicio obligatorio pero no se lleva a efecto ya que Fernando VII establece en 1819 la “redención en metálico” que consistía en pagar una cantidad alta de dinero, sólo al alcance de ricos, para librarse de hacerlo. En la etapa del lojeño Narváez como presidente del gobierno se aprueba que un soldado podía pagar ese dinero a otro que iba en su lugar.
Durante el siglo XIX hay diversos intentos de cambiar la situación, desde hacerlo obligatorio hasta voluntario y de carácter profesional.
La cuestión de las quintas ocasiona diferentes problemas que se recrudecen cuando en la 3ª Guerra de Cuba y guerras de África la tropa sólo está formada por gente de la clase baja. El descontento estalla en la Semana Trágica de 1909 en Barcelona donde muchos soldados se niegan a ir a la guerra a Melilla, siendo uno de los gritos esgrimidos “O todos, o ninguno”.
La rebelión ocasiona que en 1911 se cambie la ley y se exija el servicio militar obligatorio a todos los varones, aunque se deja el resquicio de los “soldados de cuota” que consistía en que determinados casos, como los estudiantes universitarios, pudieran reducir el tiempo y elegir cuándo o dónde hacerlo a cambio de dinero. Esta situación se elimina durante la Segunda República.

Al tratarse de un sorteo en el que se escogía una quinta parte, a los muchachos elegidos para incorporarse a filas se les comenzó a llamar ‘quintos’, y de ahí que también se terminase utilizando el término para señalar a aquellos que eran de la misma edad o que habían realizado en el mismo año el servicio militar (ser de la misma quinta).
El sistema permitía a los más adinerados de pagar una cuota” redeción en metálico” para no incorporarse al ejército, lo que siempre generó malos ambientes entre los liberados y los que se incorporaban obligatoriamente.. La cantidad varió con el tiempo pero eso se acabó antes de la Guerra Civil porque hubo muchas protestas.
En Benamaurel:
El periodo de actividad del servicio militar fue muy variable a lo largo de los años.
Llegó un hijo de la guerra de Cuba. Después de 7 años y estaba el padre atizando la lumbre. El hijo emocionado dijo:
_Padreeee¡¡¡¡
El padre volvió levente la cabeza y no le dijo más que
_:¿Has venío ya, hombre?…

El municipal Manuel Prieto midió los quintos del año 69 en la taberna del” tio tinajas “ y los pesó en una gran bascula de molino. El lugar de reunión ya incitaba a la fiesta. Los gallos desaparecían de algunos corrales y entre vasos de vino y trozos de gallo frito .Otros quintos se juntaban un tiempo antes y bebían y se comían un pollino joven que aún mamaba. .. No había problema en encontrarlo porque entonces había muchas burras…casi todos los regalaban para ese evento
Se iniciaba la fiesta comiendo y bebiendo desmesuradamente hasta el amanecer. A algunos les costaba encontrar el camino de regreso a su casa.
En el año 2002 finalizo la incorporación obligatoria al ejército. Pasando a ser un ejército profesional.

Mª Luz Gómez.

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