LOS DUENDES DEL ANEJO

Había una vez un anejo muy chiquito, de un pueblo también muy chiquitillo, En el pasaban cosas muy extrañas, que os voy a contar….
Allá por el año 1936 todos los varones del anejo, marcharon a la guerra, como todos lo españoles, quedando las mujeres” solas, desamparadas y tristes” al cuidando de sus familias.
Una mañana se levantaron, y aparecieron algunos campos labrados. Muchos de los habitantes, no salían de su asombro… Se empezaron a contar historias fantásticas de que unos duendecillos se encargaban de arar y sembrar la tierra y recoger las futuras cosechas de cereales, los huertos….. Así muchas familias dejaron de pasar hambre….
Cuando la noche cubría con su negro manto el anejo. Los duendes salían de sus escondites para trabajar. El resto de la población, no se atrevía a salir de las casa cueva, por miedo a ser vistos por aquellas fantásticas criaturas y quedar petrificados de por vida.

Un día la madre de Antonio, lo mandó a buscar los huevos, y al llegar al ruinoso horno, que hacía de gallinero, se quedó asombrado de lo que allí encontró. Cuatro vecinos suyos que estaban huyendo de la guerra, se escondían durante el día. Los cuatro se reían y hacían comentarios, de ver la cara que puso Antonio .
Antonio pensativo fue encontrando respuestas a lo que en el anejo pasaba, durante la noche. Dedujo que aquellos eran los duendes que trabajaban la tierra…. Y de los que tanto se hablaba….
Pero él sabía que debía guardar el secreto, y fue diciendo a su madre que no había huevos, La madre muy enfadada, y echándose las manos a la cabeza, sobre el pañuelo negro, que cubría sus canas. se dirigió al gallinero, diciendo que aquello no podía ser posible. Ya que hacía varios días que no habían recogido los huevos. El niño intentaba impedirle el paso, pero la madre seguía ofuscada en ir al gallinero…Antonio, pensaba en cómo podía impedir que su madre se dirigiera allí. No pudo convencerla….Al final tuvo que decirle la verdad.
La buena mujer desistió de su intento, ya que su marido también se encontraba oculto en una cueva . La entrada la disimulaban con romero verde
La zona estaba ocupada por el bando republicano y las tierras no le pertenecían a los duendecillos que las estaban trabajando, sino que las tomaron prestadas, durante los tres años que duro la guerra…Fueron unos años negros…. donde cada uno cogía lo que podía.
Al finalizar la guerra, el dueño quiso cobrarles un renta… y que siguieran trabajándolas… Pero los ocupantes se negaron a pagar el trienio de la renta..
Mª Luz Gómez

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